A finales de la edad Media, el mundo conocido por los habitantes del viejo continente se reducía a una quinta parte del planeta total, teniendo además conceptos geográficos erróneos. Asimismo, la necesidad económica provocó la búsqueda de rutas alternativas que llegaran a Asia sin encontrarse con los turcos. Por otro lado, la cristiandad europea buscaba aliados en Asia para luchar frente al mundo islámico.
En este caldo de cultivo destacaría la figura de un famoso navegante, cartógrafo y almirante llamado Cristóbal Colón, el cuál en 1492 llevó a cabo el viaje que condujo al descubrimiento de América.
Este personaje, del cual no se conoce oficialmente su origen (pudiendo ser desde portugués a judío), sostuvo la teoría de poder llegar a Asia bajo la conocida como la Ruta del Sol. De esta manera y tras firmar las Capitulaciones Colombinas, zarpó con su flota desde el puerto de Palos de Moguer en Huelva para dirigirse al continente asiático. Esta flota estaba formada en su primer viaje por las carabelas La Pinta, capitaneada por Vicente Pinzón y La Niña, dirigida por Cristóbal Quintero, y con la nao Santa María con una tripulación de alrededor de 90 hombres. Es importante destacar en este momento que una de las causas que posibilitaron el descubrimiento de América fue que durante esta época se llevó a cabo el paso de la galera a la carabela.
Estas carabelas eran embarcaciones a vela, altas, largas, ligeras y estrechas que contaban con tres mástiles y que llegaban a alcanzar una velocidad de más de 15 km/h, pero que sin embargo necesitaban de una tripulación ágil y bien preparada que permitiera aprovechar cualquier racha de viento para desplazar el barco.
A la llegada a América la noche del 12 de Octubre de 1492 y tras sobreponerse a un largo infierno que acabó con la vida de parte de la tripulación, los navegantes creyeron haber llegado a la costa oriental de Asia, a las Indias. Sería posteriormente con los siguientes tres viajes de Colón al nuevo continente entre 1493 y 1503 con lo que se evidenciaba el hallazgo de un territorio desconocido hasta entonces, América, y que daba paso a una época en la que las empresas del momento llevaban a cabo constantes expediciones marítimas a este nuevo territorio.
De esta manera se produciría la conquista y colonización del nuevo continente donde generalmente los nativos no plantearon muchos problemas a los españoles y que tuvo unas grandes consecuencias, no solo para América, sino también para España.
Por un lado, la abundante llegada de metales preciosos supuso que España pudiera financiar fácilmente las guerras de aquella época de los Austrias en Europa, pero que sin embargo supuso la quiebra del sistema económico y la posterior llegada de hambrunas y nuevas enfermedades. También durante este momento se aumentaron las diferencias sociales y se abrió las puertas a los nuevos alimentos como el cacao o la patata procedentes del nuevo continente.
En definitiva a finales del siglo XV se lleva a cabo un proceso, que a pesar de que tenía unos objetivos diferentes, supuso un cambio radical en la época y que marcó el devenir de la humanidad hasta varios siglos después.
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