viernes, 29 de marzo de 2013

LOS VIKINGOS


Mención aparte merecen los vikingos, grandes exploradores marítimos que según se cree, pudieron ser los primeros europeos en pisar tierras americanas.
Los vikingos fueron un pueblo marinero muy mitificado. Como muchos pueblos medievales, los vikingos tenían un sistema estratificado de castas rígido.
Los diversos pueblos vikingos se encontraban interrelacionados a través del mar, que comunicaba los numerosos núcleos habitados sin unidad política. Las diferencias en sus costumbres y en las rutas marítimas elegidas se deben sobre todo a su posición geográfica y a sus peculiares características físicas.
Para surcar estos mares usaban dos tipos de barcos: drakkar (dragones en nórdico) y knarr
Representación de un Knarr

-Los knarr eran barcos veleros de casco corto y amplio, lentos pero de gran capacidad. Hoy en día solo se conserva en buenas condiciones un knarr, el cual está siendo restaurado en el museo vikingo de Roskilde.

-El desarrollo de los drakkar, barcos largos y estrechos de fácil navegación y muy útiles para desembarco y transporte de tropas, sin igual en la Europa Medieval, fue uno de los motivos que impulsó su rápida expansión.
Representación de un Drakkar


En sus expediciones ocuparon las islas al norte de Escocia. Colonizaron Islandia, que anteriormente había estado poblada por monjes irlandeses, y descubrieron también la desde entonces provincia danesa de Groenlandia.
Algunas teorías sostienen que los vikingos fueron los primeros europeos en llegar al Nuevo Mundo, al que ellos denominaron Vinlandia según las sagas. Habrían arribado a la isla de Terranova, en la costa atlántica de Canadá, como lo prueba el asentamiento hallado en L'Anse aux Meadows.

domingo, 24 de marzo de 2013

LA MARINA DEL REINO NAZARÍ DE GRANADA

La actividad marítima de los musulmanes de al-Ándalus se manifestó desde finales del siglo VIII, y prosiguió en el IX. Se desarrolló en tiempos del emirato y del califato de Córdoba, y se mantuvo durante los reinos de taifas. El poder naval andalusí declinó luego bajo las dinastías africanas de almorávides y almohades (1090-1238). 
A principios del siglo XIII los musulmanes de al-Ándalus iban a perder una parte de su supremacía en el mar (a causa de las ocupaciones cristianas en el Mediterráneo). Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XIII los musulmanes seguían siendo bastantes poderosos en el Estrecho de Gibraltar para poder asegurar el paso de cuerpos expedicionarios entre el Magreb y al-Ándalus. Mantenían el dominio del litoral desde Algeciras hasta Almería. Con ocasión del asedio de Algeciras, doce naves nazaríes fueron equipadas por el sultán Muhammad II (g. 1273-1302) en Almuñecar, en Almería y en Málaga. Combatieron junto a quince naves del sultán mariní Abu Yusuf Yaqub (g. 1256-1286). En Rabí al-Aual de 678/1279, las unidades musulmanas coaligadas consiguieron derrotar la flota castellana en aguas del Estrecho de Gibraltar.
Precisemos que en cada galera mariní había de trescientos a cuatrocientos hombres, de los cuales doscientos eran arqueros y ballesteros. Cabe pensar que la tripulación de los barcos de guerra granadinos no difería de la de sus homólogos mariníes.
Muhammad V (g. 1354-1391) se preocupó de incrementar la flota del reino de Granada y de aumentar el sueldo de los marinos nazaríes.
En el siglo XV la posición musulmana en el Estrecho de Gibraltar se encontró considerablemente debilitada cuando los portugueses se apoderaron de Ceuta en 1415, de Alcazarseguir en 1458, y de Arzila y Tánger en 1471.
A partir de 1482 Diego de Valera, gobernador de Puerto de Santa María, aconsejaba a los Reyes Católicos atacar Málaga por mar. Dos años más tarde, preconizaba en una memoria el empleo de carabelas y de galeotes contra los pequeños barcos musulmanes que zarpaban y se escabullían de los grandes barcos cristianos. Entre los factores determinantes de la victoria cristiana procede citar la acción continua de la flota aragonesa que vigiló el litoral del reino nazarí durante el verano de 1482 y el bloqueo marítimo de Málaga en 1487.
Desde el siglo VIII al XI, los musulmanes fueron los únicos dueños del Mar Mediterráneo y en el Océano Indico ejercieron una efectiva talasocracia hasta principios del siglo XVI, cuando fueron desalojados por los portugueses. Del árabe provienen los nombres marinos, como almirante, aduana, tarifa, fragata, amarra, zozobrar, falúa, calafate, azimut, rambla, chalupa, canal, etc., términos que luego se integraron definitivamente a los idiomas europeos. Por ejemplo, las palabras arsenal, atarazana y dársena provienen del nombre árabe dar al-sinaa, «casa de fabricación».

sábado, 23 de marzo de 2013

NAVEGACIÓN MUSULMANA ( EDAD MEDIA)


Surgida en el centro de Arabia, la civilización islámica, por los menos en sus comienzos, le dio la espalda al mar. Esta actitud no estaba avalada para nada por el Sagrado Corán, donde se lee que «Dios es Quien ha sujetado el mar a vuestro servicio para que las naves lo surquen a una orden Suya para que busquéis Su favor»

Los marinos musulmanes aprendieron de los chinos el arte de navegar con la aguja de marear (una versión náutica de la brújula), para sus grandes viajes, y lo dieron a conocer a los europeos, quienes en el siglo XIV ya la manejaban habitualmente. Los navegantes islámicos también introducen en Europa el timón de codaste, un instrumento imprescindible para la navegación. Este era un sistema de dirección del barco por medio de un timón adosado a la roda de popa. Hasta el momento los barcos eran gobernados por uno o dos remos colocados verticalmente en el costado, hacia popa. Las maniobras con este sistema eran poco fiables, sobre todo con mal tiempo, exigiendo además varias personas para hacer los virajes.

Paralelo al aporte de la brújula, el astrolabio y el timón de codaste, los nautas musulmanes difundieron la «vela latina» (la denominación es equívoca, pues puede hacer suponer que sea de origen latino, cuando en realidad fue un invento de los musulmanes), también conocida como de cuchillo o triangular, más fácil de orientar, que permitía navegar con viento de costado, mientras las velas más usuales de la época, trapezoidales, exigían para poder navegar el viento de popa, circunstancia ésta que retrasaba sobremanera las singladuras, encareciendo los fletes.
La marina musulmana es una de las grandes desconocidas. Basta ojear algunas enciclopedias y obras de divulgación para comprobar que suele ser habitual en la mayoría de ellas el ignorar el poder naval de la civilización islámica y algunas de las indudables aportaciones que hizo en el campo de la náutica.